Antes que nada a Dios, porque ¡gracias a Dios soy como soy! porque ¡por él suceden todas las cosas buenas! ¡Y buenas fueron! ¡Y buenas las que vienen!. Gracias a Dios por haberme puesto en el camino tanta gente buena. ¡Gracias a Dios por haberte conocido!
Gracias a:
Victor Hernández. Estoy en deuda moral con él, como me soportó tanto!
Melvin Luzardo. Siempre presto y con palabras de aliento.
Shiradit Moya. Te amo, tus palabras evitaron una recaida depresiva.
Gertry Prato. Por ser mi soporte. Bastoncito de delicada apariencia y robusta consistencia.
Mariete Sequera. Que me apoya, pero me dice lo malo y no solo lo bueno.
Mi tocayo Javier. Porque leerle me recordó mucho a mi.
Victor Rondón. Por leer un lamento mio y permitirme leer uno de los suyos.
Tomás Rodríguez. Siempre pendiente de mi y de mi estado anímico. Amigos preocupados como él hay pocos.
La gente de la blogosfera todas sus palabras de ánimo, me ayudaron, de vez en cuando pasaba y las leía porque me reconfortaba.