12 nov 2006

¡Encuentro mágico!

Ayer 11 de Noviembre de 2006 cumplí la promesa de conocer a un amigo cuyo rostro desfiguré en sus palabras, hice bien, fue una semana llena de ansias, de expectativas, de dudas hasta el último momento, pero como si de un mago se tratara ahí estaba Él, absoluto desconocido físicamente hablando, pero irradiando su personalidad, y en un solo gesto con su mano me confirmó su presencia, pero la magia no termina de fluir, no saludamos como antiguos amigos, me presenta a su compañero René, y a una muy simpática dama Arcana, y a un caballero elegante: Jogreg, cuyo blog no hallo, luego de eso conozco a Luís Carlos circunspecto y simpático, cuanta gente interesante conocí como por arte de magia, la magia de El Hechicero, y aun hay más personas maravillosas invocadas por su magia, lozana simpatía hecha persona en Waricha, La maga breve y elocuente, Martha Beatriz y sus frescas maneras escoltada por el sobrino del cual no paraba de manifestar orgullo (gracias por los presentes Martha), La siempre sonriente Cabina Aérea, Saldivia poco interactué con este señor pero toda la gente que conoce Silmariat es simpática, luego, por transitividad, el debe serlo, de último llega Naki encantadora dama que no recordaba como eliminar mi comentario jajaja, no importa ahora pongo público mi correo y problema resuelto; finalmente recordando que no pudo venir el Dr. Protheus, ni El Prócer lo cual habría sido muy bueno. Muchos pedían la presencia de El Dulzor, pero entiendan el Hechicero estaba agotado, todo mago debe reponer sus energías para obrar sus maravillas, y una así, realmente me habría asustado, haciéndome creer en la magia arcana como en la tele, pero por ahora solo me limito a la magia humana.

Anoche, la magia humana se transfiguró en persona, y esta persona invocó a otras, invocó fuerzas para estar de ánimos con nosotros, luego de un largo viaje, nos mostró la fresca y natural fuente de sus palabra escritas, nos aguó los ojos con un regalo traído de la memoria de la sabia televisión de los años 80, nos abrazó, nos dio la alegría de compartir con él, de sentirse cercano a alguien a quien uno admira sus letras escritas en bytes; nos sorprendió con chocolate, nos dejó con ganas de verlo a diario, de poder hablar con él, de pedirle historia y sugerencias, de volverlo hermano y confidente; cuando salí del local, y caminaba esa calle solo con mis pensamientos (que mañana más peligrosa la mía, para alguien que vive en Caracas) recordé que poco tiempo estará aquí y me lo imaginé como ese Hechicero místico, que con su magia se materializa en este plano, nos da una aventura y cuando la distancia debilita su poder debe regresar; así vino y tocó mi corazón, le confieso filial amistad y cariño, y retomo mi sueño de algún día y visitarlo por allá donde discute con gallegos y gringos maleducados, y yo le regalo un poco de dulce criollo envasado por la Nestlè de Venezuela; pero mientras, yo leo y leo, a ver si mi prosa algún día se compara con la de mis modelos, entre ellos TU.

Ayer no liberé la bestia parlanchina que a mis amigos aterra, de hecho me sorprendió mi relativo “silencio”, me imagino que el deseo de escuchar cada cosa que decía produjo ese efecto, y después de todo esto, mi más grande deseo es poder volverlo a ver pronto… amigo.

PD: ganas no me faltaron de quedarme con Quack …cuídelo ¿OK?