Triste es nacer atado a un reloj, vivir sujeto a cronómetro, contar nuestros días en retroceso, a la llegada de una fecha de manera constante, hay quienes se afanan en esto, hasta el punto que se pierden de las cosas bonitas de la vida, y pretenden programar cada una de sus fechas futuras, y lo que harán, y lo que serán, dado el lapso de vida que correspondientemente hayan alcanzado, ¿y mientras que? ¿Viven? Lo dudo, el más simple problema se transforma en un obstáculo en su camino que los puede destruir, porque son de visión estrecha y no ven desvíos temporales, ni pintorescas rutas alternas, y dejan de conocer gente, y
hacen a un lado a otros.
Esta disertación es mía, es mi pensar y sentir, a mi edad, no he alcanzado quizás, la mitad de lo que otras personas con 10 años menos, pero algo que si he hecho es vivir, no he perdido ni un solo día de mi vida, y soy joven, y soy dinámico, y soy íntegro y lleno de valores, tengo amigos, conozco gente, Dios me ha dado amigos buenos, y se lo agradezco con todo mi ser; a mis amigos los he conocido en mis rutas alternas, no me perdí de ellos al trazarme una línea recta y empecinarme en ella, si no que en vez de eso, llegue y gasté tiempo de mi vida en otras cosas que me alejaron de mis objetivos principales (los cuales nuca he perdido de vista) y en el transcurso los conocí y aprendí que hay gente diferente, que hay gente buena y no tan buena, que pueden ser de diferente color, nacionalidad, edad, religión, sexo y sexualidad. Que algunos tenemos discapacidades, problemas o limitaciones y que la mayoría buscamos la manera de sobrellevar eso que no hace diferentes al resto pensando que ser iguales es lo correcto, perdemos temporal o definitivamente nuestra propia identidad, ignorando que es mejor que cada uno halle la solución que mejor se adapte a su propio ser, y en muchos casos es algo rápido en otros no tanto.
De mi les puedo decir, que, he aprendido a tomar en serio las personas que en realidad lo merecen e ignorar el resto, que solo aquellos que han llegado hasta mi, lo han hecho por que yo lo he permitido, es un don que Dios me dio, ya hace tiempo que lo reconozco, y es el de saber rodearme de gente buena, la mayor parte del tiempo. Les puedo decir que me he descubierto, y cuando me hago las preguntas de la vida, yo ya veo el fruto de mis desviaciones de camino:
- ¿Quien soy? Simplemente Yo, Javier, soy hijo de Erasmo y de Anita, individuo de la especie humana único en mi especie, Cristiano, y por eso sobre todas las cosa ¡SOY!
- ¿Por que existo? Existo por que Dios así lo quiso, porque hay una razón para mi como la hay para cada ser viviente, necesaria por más pequeñas que sea, y yo acepté mi tarea, y pienso llevarla acabo con fundamento.
- ¿Para que existo? Lo básico: para prolongar mi especie. Lo espiritual, para llevar acabo los que mi Señor haya programado para mí. Lo filosófico, para aprender del ser humano para tocar a cada uno de mis congéneres y dejarme tocar (y no hablo de la piel). Lo terrenal, cualquier cosa necesaria para lograr lo anterior.
- ¿De que estoy consciente? de que no lo se todo, que nunca lo sabré siendo quien soy, y que es mejor no dedicar tantas energías en esas cosas, yo estoy para aprender de los demás y cada día lo hago, lo que no pueda saber no me importa, estoy aquí porque alguien en algún lado puede querer tocar mi alma y yo necesito que lo haga, y para aprender como ser buen Cristiano, duro es el camino de Cristo; estoy consciente de mis limitaciones, de mis fallos y de mis logros, y solo mi Señor y yo, y nadie más, podemos juzgar si lo he logrado cuando y como se debe.
Del tiempo, que delimita lo efímero de nuestras vidas, con algún propósito que no sabremos de ninguna manera, así que, no pienso mortificarme ni perder mi propio tiempo en tratar de adivinar cual es, porque me perdería de lo bonito, de lo no tan bonito, de vivir.
De lo que soy, soy lo que soy para pesar de algunos, y aprecio de muchos, aprendí aceptar a los demás como son, y no por lo que son, mi guía siempre será inalcanzable: Cristo, de esa manera siempre estaré buscando ser mejor, hasta el final de mis días.
De lo que hacemos, somos libres de hacer lo que queramos, siempre y cuando esto NO limite este mismo derecho en los demás, de lo que hacemos es mejor si no se hace solo, de que somos criaturas gregarias y de que fuimos programados para ir en pares, y que casi todo lo hacemos es con ese objetivo, por lo tanto sufriremos de amor, siempre.
Por mi tiempo, por mi, por lo que hago:
¡Yo Soy!